Xisco González: Creo que el teatro es un placer que todos deberían experimentar, ya que en ese espacio no se puede hablar, ¡así que no importa ir solo!

02.10.2023

¿Nos puede contar un poco sobre usted?

Soy un chico nacido en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Llevo ya, casi siete años viviendo en Madrid, con idas y venidas a Málaga, donde estudié Arte Dramático. Me gusta mucho el cine, en concreto soy muy seguidor de las películas que se hacen en nuestro país. Me gusta mucho ir al teatro, a poder ser solo. Creo que es uno de los placeres que todo el mundo tiene que probar. Total, qué más da ir solo al cine o al teatro, si es un espacio donde no se puede hablar jeje. Y soy también carnavalero y futbolero (aunque esto último cada vez menos).

– ¿Su punto fuerte?

Pues creo que es la facilidad que tengo a la hora de relacionarme con la gente, y a su vez hacerles sentir y saber desde el primer momento como soy. Me considero una persona divertida y que sin quererlo, lo prometo, casi siempre soy el centro de atención. Soy muy payaso y siempre intento que el buen rollo y el buen ambiente reine en el trabajo.

¿Su punto débil?

Igual, las inseguridades. Aunque creo que esto es algo con lo que vivimos todos los artistas. Y creo que está bien, porque es síntoma de saber que lo que estás haciendo es mejorable. El dudar de si el personaje va por donde te han marcado, o por donde lo has creado; el saber si la canción está bien cantada; si la escena está bien interpretada, etc... Le suelo dar muchas vueltas al texto para que cada frase esté dicha con la intención que corresponde. Creo que es cuestión también de la educación que he recibido, el hacer todo desde la más humildad, y sin creerme más que nadie. Aunque tampoco debemos dejar que nos pisoteen claro. Pero a veces, el síndrome del impostor se asoma y es difícil taparlo.

¿A quién admiraba de niño?

Recuerdo, en el colegio, cuando tenía 11 años, que hicimos el musical Jesucristo Superstar. Y los más pequeños, pues éramos el pueblo, los figurantes de la obra vaya. Y los mayores, los de 4o de ESO, eran los protas. Y recuerdo que yo miraba a Alberto, a Estefanía y a Gordillo, y decía: "Dios, yo quiero ser como ellos". Y fíjate, que era un fin de curso, una obra en playback, pero los miraba y sentía admiración absoluta. Hoy, Estefanía, o Fani, es de mis mejores amigas, y he compartido escenario muchas veces con ella. Recuerdo también ver muchos sketchs de Cruz y Raya, los tenía grabados y los intentaba imitar. O el programa Noche de Fiesta, me acuerdo de los sketchs de "escenas de matrimonio", María Jesús con Doña Rogelia o Jaimito Borromeo. Creo que todo eso, ha influido en quien soy, y lo que soy ahora.

¿Su primera vez en el mundo de la interpretación?

Como he dicho antes. La primera vez que me acerqué a este mundo fue con 11 años en mi colegio, realizando el musical Jesucristo Superstar. Obviamente yo no tenía ni idea de que eso me iba a marcar, pero lo hizo, y de qué manera. Siempre le estaré agradecido a María del Carmen Reche, y a su familia, porque me descubrieron este mundo. Pero la primera vez que hice algo más profesional, aunque sin cobrar todavía, fue en el 2006, en el Teatro Villamarta de Jerez, donde hicimos el musical Cats. Ha sido de las mejores experiencias que recuerdo encima de un escenario. También de la mano de María del Carmen Reche, con la que luego creamos el grupo de teatro local, Ilusión. Aunque luego se llamaría Ilusión.com y más tarde Cómpañía de Teatro MCReche. (Esto último recuerdo que lo propuse yo).

¿Qué aporta en su vida el cine y el teatro?

Además de entretenimiento, que creo que es obvio para cualquier persona, formación. Me explico, un actor o una actriz se puede y bajo mi punto de vista, debe, formarse en una escuela de interpretación, pero soy de los que piensa que leyendo y viendo teatro y cine, la formación se complementa y aumenta. Ver actuar a Clint Eastwood, Meryl Streap, o no hace falta irnos tan lejos: Blanca Portillo, Manolo Solo, Rafa Castejón, Natalia de Molina, etc... En España hay unos actores y actrices tanto en ficción como en teatro, que son de otro planeta. Y de ellos intento aprender. Hay gente que dice: "pero es que ese actor o esa actriz está encasillada". Pero lo que hacen, lo hacen muy bien y oye si tienen la posibilidad de seguir trabajando dentro de ese rol... Yo lo firmo. En definitiva, siempre que veo una película, serie u obra de teatro/musical, además de entretenerme, lo que intento es dejarme llevar y hacer el viaje con los personajes; ver sus gestos, las melodías que hacen al interpretar... Al final, viendo hacer a los mejores, te va a hacer a ti mejor. Que no hablo de copiarles, porque además ya todo está inventado, pero sí "coger prestados" ciertos tics o formas de decir el texto que pueden ayudarte a mejorar como intérprete.

¿Cuándo pensó por primera vez en dedicarse a esto?

Cuando fui valiente. Porque en la ESO fui un poco cafre. No porque fuera torpe, o porque no entendiera las cosas. Era un vago. La adolescencia es que me trajo el Pokemon, el Pro, el Fifa... unido a que estaba todo el día en la calle con mis amigos... que eran igual que yo por cierto, pues... Pero al acabar la ESO, creamos una Asociación teatral amater, que nos dio mucho. Porque todos éramos amigos y familia. Todos lo hacíamos entre todos, escenografía, puesta en escena, etc. Entonces un amigo y compañero de la Asociación empezó a estudiar Arte

Dramático en Sevilla. Y me contaba lo que hacía y demás y yo decía, joe, yo quiero hacer eso. Entonces más o menos por el año 2011 o 2012 me puse a investigar dónde podía hacer Teatro Musical, que era lo que me gustaba. Todo esto, sin saber si sería capaz de interpretar canciones en musicales. Vi que había una escuela en Valencia, pero privada, mucho dinero. Además mis padres, eran de los que me decia, pero no sabemos si te vamos a poder pagar piso, y carrera, que si eso no tiene salida... Digo eran, porque les convencí, y además fueron y son un apoyo incondicional en mi vida. Total que hasta que no me senté y tuve una conversación con mi amigo Javier Pulido no me decidí a estudiar esto. Y de eso va a hacer justo ahora 10 años, donde entré en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga a estudiar Intepretación musical, con 25 años. Quizás un poco tarde, o no. Soy de los que cree mucho en el destino y que las cosas pasan cuando pasan y porque pasan. En ese sitio, quizás pasé los mejores y más difíciles años de mi vida. Cuando la emoción está a flor de piel es todo muy bonito y muy feo jeje.

¿Cuál fue su primer trabajo en este mundo?

Pues aunque yo no considero que la figura del figurante, valga la redundancia, no pertenezca al mundo interpretativo, la primera vez que cobré por un trabajo en ficción, fue en 2011, precisamente de figurante. Ojo, no digo esto de forma despectiva ni mucho menos, pero es cierto que la figuración es "parte del decorado", de hecho antiguamente se decían en los rodajes: "Oye, el decorado está listo"; claro y eran personas. Suena incluso un poco feo. Pues bueno, este trabajo fue en la serie El corazón del océano, protagonizada por Hugo Silva, Ingrid Rubio, Álvaro Cervantes o Victor Clavijo entre otros. Aunque quitando esto, mi primer trabajo remunerado y dado de alta en la SS jeje, fue en un musical infantil llamado De Acampada con Bobbo, que realicé en Sanlúcar de la mano de Eloisa Abad, hija de María del Carmen Reche, con la que empecé. Al final todo está conectado.

– ¿Cuál ha sido la mejor experiencia de trabajo que ha tenido?

Es que es complicado de elegir. A ver, en ficción tanto CANIVILLE que es una webserie que hice en mi tierra, como Operación Camarón me han dado muchas alegrías. Pero es cierto que lo segundo fue mi primera película, con un elenco, con el que nunca crees que vas a trabajar: Carlos Librado "Nene", Julián López, Natalia de Molina, Juanlu González, Miren Ibarguren, Adelfa Calvo, Canco Rodríguez... O sea, para mí fue un sueño. Y el rodaje fue una maravilla. Normalmente cuando queremos pasárnoslo bien o divertirnos, somos nosotros los que pagamos por un servicio. Pues yo no me creía que me estuvieran pagando por divertirme. O sea, es que

aún recuerdo cuando y como me dijeron que estaba seleccionando y se me ponen los vellos de punta. Es que, joe, hacer una peli, es muy guay. Y luego en teatro he tenido muchas y muy buenas experiencias, como Chicago, Jesucristo Superstar (que casualmente hice en mi cuarto año de carrera) o Los niños perdidos. Aunque destaco sin duda el Parque de Atracciones de Madrid, donde he trabajado durante cuatro temporadas realizando los espectáculos musicales y he crecido mucho como persona y como profesional. Es más, a día de hoy mi pareja y mis mejores amigos son de allí.

¿Alguna vez pensó en tirar la toalla?

Sí, un par de veces creo. La primera fue justo cuando estaba acabando la carrera. Pasé algunos meses un poco traumáticos. Porque hay profesores que no entienden que antes de ser directores, tienen que ser pedagogos, porque nosotros éramos alumnos, antes de actores. Y frases como: "es que así fuera, no os vais a comer nada", "eres muy torpe para estar en cuarto" o simplemente ver sus caras de frustración al ver que la escena no está saliendo como "te exigen". Entonces hubo un momento de, "ok, pues yo no quiero vivir esto, igual quiero estar detrás", así que me planteé la dirección. De hecho empecé a estudiarla, pero duré un mes. Aunque es un mundo que también he tocado y que me encanta, tanto el de escribir como el de dirigir. No obstante a los meses de esa "rayada", mi profesora de interpretación me puso un 9. Que joe, una nota en una escuela de interpretación no es muy objetiva porque depende de muchos factores, pero meses antes me estaban diciendo que era muy torpe para estar en cuarto y luego estaba sacando un sobresaliente. Y justo en el momento del bajón y del "quiero dirigir", hice una obra con unos amigos, con los que creé una compañía en Málaga, Los niños perdidos de Laila Ripoll, que me hizo volver a creer en mí y a recuperar esas ganas que perdí. Luego, pues vas teniendo idas y venidas, creando cositas, intentando vender obras para ganar cuatro duros, ves que en series y películas solo cogen a influencers o gente con millones de seguidores en instagram... Pero bueno, yo me he adaptado, al fin y al cabo estamos en una era digital de la que no podemos escapar, ni los artistas ni nadie. Todo esto me ha hecho aprender a gestionar lo que me afecta y lo que no de la profesión. Es más, no juzgo a nadie porque esté en una serie por los seguidores que tenga, porque si luego lo hace bien, me quito el sombrero... Pero hay casos que...

¿Se siente cómodo con los plazos cortos y las nuevas tendencias en un entorno de ritmo muy rápido?

Me agobia un poco la inmediatez. El hecho de que todo tenga que estar listo para antes de ayer. Creo que todo lleva su proceso. Aunque como digo me adapto rápido. Hace poco, trabajé en un

corto en el que me pasaron el guion un miércoles y el rodaje era el viernes. Pero es lo que hay, ¿lo quieres? Bien, si no, lo va a hacer otro. Pero me suelo adaptar a estas situaciones, creo que en ese aspecto soy una persona resolutiva. Me he aprendido musicales completos solamente viendo vídeos de una semana para otra, porque había urgencias para estrenar, o sea que... Es cierto que en ese aspecto intento tomarme las cosas con calma, pero cuando lo requieren, me adapto a las circunstancias.

¿Cómo se lleva con las redes sociales?

Pues, ahí están. Solo manejo Instagram. Me da un poco de pereza (esta palabra que ahora tods usamos jeje) el hecho de tener que estar pendiente de subir una publicación a una hora concreta, un día concreto porque va a tener más likes. Yo paso de eso. Yo voy a mi ritmo, subo una foto un día y lo mismo la otra es a los dos meses o al día siguiente. Soy más de stories de subir cosas que me pasan o recomendar pelis u obras. Y más pereza me da aún el aparentar. El no ser quiénes somos. Ahora por ejemplo se ha puesto de moda comprarte el tick azul de verificación. Espero que todas esas personas que lo han hecho y que tienen 1000 seguidores encuentren curro pronto. Y es que pienso, y es mi opinión, que es engañar y engañarse a uno mismo. Porque imagino que esa verificación te llega por méritos: eres deportista de élite, actor o actriz relevante o ifluencer (que tiene mérito el trabajo que hacen, yo no podría). Entonces, cuando te hagan un casting o te pregunten por tu CV y digas: "pues no verá, yo es que me he comprado 10000 seguidores y el tick azul". Ah ok, pues gracias. Pero bueno, al final cada uno es libre y puede hacer lo que quiera, pero yo prefiero mostrarme tal como soy, partiendo de la base que a todos nos guste algún like, si no, creo, para qué subimos contenido.

Has aprendido mucho de...

He aprendido mucho de muchas personas y en diferentes ámbitos. Pero refiriéndome a lo profesional, destaco a las tres profesoras que tuve en la escuela, Blanca, Sara y Gloria. De cada una aprendí técnicas y formas de construir un personaje distintas. Aunque de todas y cada de las personas con las que he compartido escena siempre he aprendido algo, bueno o malo. Y me gustaría destacar también a mi amigo y compañero, Carlos Librado "Nene". Es un profesional como la copa de un pino, además de ser un actorazo, y cada charla con él sobre la profesión es aprendizaje. Fue compañero mío en Operación Camarón. Ahora es amigo y todo un referente para mí.

¿Cuáles son los próximos proyectos?

Pues mi futuro inmediato está en el musical Los Chicos del Coro, donde interpretaré al Tío Maxence. Es un personaje entrañable. Yo lo resumiría como la suma de los siete enanitos de Blancanieves. Es bonachón, aunque gruñón cuando tiene que serlo y también sabe callar cuando debe. Estaremos de gira por Bilbao, Valladolid o Zaragoza, de momento... Es un musical dirigido por Juan Luis Iborra, y protagonizado por Jesús Castejón, Natalia Millán o Eva Diago. Además también he rodado un corto que he escrito y producido yo mismo y que ha dirigido mi también amigo Nicolás Colón, el cual pretendo mover por los festivales. Y bueno, alguna que otra creación propia que de momento está en construcción.

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